
Se trata de una bonita bulbosa perteneciente a las amarilidáceas. Esta familia ha suscitado siempre un interés especial para el cultivo ornamental lo que ha motivado la aparición de una diversidad de híbridos muy llamativa. Esto ha ayudado bien poco a la identificación de las especies silvestres. En concreto la papyraceus no parece entablar dificultad para su identificación, ahora eso sí, con la ayuda de una buena publicación.

Como curiosidad comentáros que a esta planta se la conoce vulgarmente como meada de zorra, meazorra, narciso blanco.... Este último nombre sí que nos podría parecer más normal y evidente, ¿pero los dos primeros, a qué creéis que se debe?
Pues en esto parece haber cierta discusión. Sus flores desprenden un fuerte olor que para unos es agradable y para otros todo lo contrario. Un amigo me contó no hace mucho una anécdota que a un conocido le pasó. Paseándo por el campo se encontró con un pradito lleno de estas atractivas flores blancas y quedó prendado de su oloroso aroma, jeje. Hasta aquí todo bien, lo malo viene ahora. Se acordó en ese momento de su mujer, así que recogió un bonito ramo de estas preciosidades, jejeje , y se las llevó para su casa, y no cuento más, ¡¡¡jejeje!!!!
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