martes, 30 de junio de 2009

AVIFAUNA URBANA III - PASEANDO POR LA DÁRSENA DE SAN JERÓNIMO

Este lugar ha sido quizás por la proximidad a donde yo vivo un verdadero lujo para mis sentidos. Muchísimos han sido los paseos que he tenido el placer de darme por este lugar y además aprovechando todas las estaciones del año; gracias a lo cual he podido disfrutar de mis amigas las aves, tanto sedentarias como migrantes. Ya te digo, todo un lujazo.
Pero todo no va a ser bonito, el lugar en dónde se encuentra, muy próximo a la Isla de la Cartuja y al Parque del Alamillo, está haciendo que en la actualidad esté peligrando este relajante lugar. No hace mucho tiempo incluso hubo por ahí algunos que propusieron el lugar como futura playa de Sevilla.
¡qué ideas tienen algunos!
Pero volvamos nuevamente a lo bonito y quedaros con un articulo que pude escribir en el mes de diciembre de 1999 para el boletin nº3 Plegadis del grupo local de Seo-Sevilla. Ahí va el texto integro....

PASEANDO POR LA DÁRSENA DE SAN JERÓNIMO

La dársena de San Jerónimo es consecuencia de la reorganización final del sistema de defensa de la ciudad de Sevilla contra las inundaciones provocadas por el río Guadalquivir, lo que significo la creación de la Corta de la Cartuja y posibilitó la desaparición del tapón de Chapina, ampliándose así la dársena. Para asegurar la estabilidad de sus márgenes se rellenó con productos de dragado del río, dejando un calado de unos 4 metros. La margén derecha aún conserva intacta algunos tramos del primitivo bosque de ribera, donde entre sauces, chopos y otras especies ripícolas se reproducen, alimentan y refugian diferentes especies de aves. Por el contrario, la margen izquierda esta básicamente constituida por impactantes placas de hormigón con prácticamente nula cubierta arbórea, sólamente tapizada en su zona más próxima a la lámina de agua por pequeñas manchas discontinuas de eneas y carrizos, suavizada en su parte final por especies de porte arbóreo.
Vista general de la dársena

Si paseamos durante la primavera por la dársena no será dificil escuchar el canto de diferentes especies reproductoras, como los chirriantes carriceros comunes y tordales , el explosivo y sonoro ruiseñor bastado y el característico vuelo de canto del Buitrón. Además, tendremos la posibilidad de toparnos con el nido del Pájaro moscón, suspendido de la punta de la rama de algún sauce o chopo de la zona; también tendremos la ocasión de observar el agujero nido del Martín pescador , que construye en los taludes de las márgenes del río. Nos sorprenderá la observación de especies tan representativas como el marismeño Calamón o la más pequeña de las garzas: el Avetorillo. Podremos recrearnos con la combativa y territorial Focha común y la atrevida Gallineta común , y sobrevolarán sobre nuestras cabezas especies de ágil vuelo como vencejos, golondrinas y aviones. Los pequeños alcaudones y los ágiles cernícalos, con sus maniobras de caza darán un poco de emoción a nuestro agradable paseo. La nota exótica de la jornada la pondrán los pequeños y ruidosos Picos de coral, deambulando de carrizo en carrizo.Más tarde, escucharemos el lastimero y penetrante canto del Mochuelo común, que pondrá fin a una intensa pero bien aprovechada jornada primaveral.

Camino a lo largo de su margen izquierdo ya próximo al Parque de San Jerónimo

Si por el contrario paseamos durante el invierno aparecerán otras especies de marcado hábito invernal, caso de la Lavandera blanca, el Petirrojo, el Colirrojo tizón, etc.... Pero serán las especies de origen marino las que más nos impresionen, caracterizadas todas ellas por remontar el río en busca de alimento y posarse sobre postes, ramas o balizas próximas o en medio del agua, como las incansables Gaviotas reidora y Sombría, el esbelto Cormoran grande y la majestuosa Águila pescadora. Las observaciones aumentarán gracias a las llamadas aves de paso, como es el caso del Papamosca cerrojillo, que se le puede ver situado en alguna rama que utiliza de percha al acecho de alguna presa; el Torcecuello, ave emparentada con los picos picapinos o la ocasion Tarabilla norteña.
El devorador avance urbanístico de la ciudad y futuros e incomprensibles proyectos nada acordes con los valores naturales de la zona pueden poner en peligro este singular lugar, siendo tarea de todos el exigir su conservación y adecuada utilización.

1 comentario:

Montse dijo...

Resulta muy interesante el artículo que escribiste y ya veo que aprovechas bien los paseos para observar a las aves ¡que buen trabajo!
Un saludo.