martes, 7 de abril de 2009

AVIFAUNA URBANA II - SALVA AL VENCEJO

Forma parte de mi trabajo la recogida de aves enfermas, heridas o incapacitadas para el vuelo, en el día de hoy recibo el aviso de la recogida en una vivienda situada en el centro de la ciudad de Sevilla de un ave negra, no más grande que una paloma y sí más que un gorrión. Con estos tres únicos datos y conociendo el hábitat urbano de procedencia del aviso me dá que pueda tratarse de un vencejo. Descarto por intuición otras aves que se puedan parecer a los datos dados, como pueden ser golondrina, mirlo o incluso grajillas frecuentes en las proximidades de la Catedral. Una vez llego al lugar de aviso una amable señora ya de edad avanzada y un poco sorda me recibe con alivio y me trae una pequeña caja de zapato con agujeros en su parte superior, abro la caja y mis sospechas eran cierta, se trataba de un adulto de vencejo común (apus apus). La preocupada señora me pregunta que cómo estaba el pájaro, yo seguidamente reviso con cuidado todo su plumaje y en especial sus alas y veo que está estupendamente. Le comento a esta mujer que estas aves tienen las patas muy pequeñitas y sus alas muy largas y cuando caen al suelo no pueden levantar el vuelo por sí misma y hay que ayudarles. Posteriormente subimos a un tercer piso y desde allí lanzamos al aire al vencejo que enseguida da tres vueltas alrededor de nosotros y se pierde en el cielo de Sevilla. La señora emocionada me da las gracias por haber “salvado al vencejo", yo le digo que no me tiene que dar las gracias a mí sino que yo soy el que se la tengo que dar a ella por ser tan sensible con las aves.

A esta señora no le dí muchas explicaciones pero a tí que me lees te comento que si te encuentras a un vencejo en el suelo primero revisa si tiene algo roto o bien está aturdido por algún golpe, ya que en ocasiones suele ocurrir que chocan con algún edificio o cualquier artilugio del viario público. Si creéis que le pasa algo avisa a algún organismo o asociación relacionado con el tema. En el caso de Andalucía se puede dar aviso a la Delegación Provincial de Medio Ambiente o bien a algún Centro de Recuperación de Aves. Si por lo contrario ves que el animal reacciona y no tiene nada roto has lo mismo que yo hice en la anterior situación, sube a algún sitio alto y a ser posible despejado de obtáculos y sin dudarlo lánzalo al aire. Hazlo cuanto antes puesto que este ave es bastante sensible y pudiera perecer por el estrés que le produce estar en manos de alguien. En ocasiones, se da el caso que existen personas que con toda su buena voluntad tratan de cuidarlos y alimentarlos, los que conocen que son insectívoros les dan hormigas, moscas,etc... y los más profanos le dan alpiste, pan mojado,... , tanto en un caso como en el otro el vencejo no lo soportaría y moriría.

Bueno, pues en otra ocasión os contaré otras cosas sobre este formidable aliado nuestro, el vencejo.




4 comentarios:

Javier dijo...

Buenas Salvi, en alguna que otra ocasión me he encontrado en la misma situación que tú, con un vencejo que a caido al suelo y que no puede alzar el vuelo, casi siempre con jovenes del año, este al que salvaste quizá colisionó con algo y cayó al suelo o quizá se encontraba débil, todos los que recogí del suelo tras lanzarlos al aire volaban que se daba gusto. Un abrazo.

Pepe Soria dijo...

Recuerdo cuando yo era pequeño recogí un pollo caído. Lo estuve alimentando pobre de mí con tripas de pollo, me imaginé en mi ignorancia que era una cria de algún tipo de águila, duró dos dias.
Saludos

Anónimo dijo...

Hola!! todavía recoges vencejos? es q ayer me encontré uno en la calle con el ala rota...

Anónimo dijo...

Hola. Desde que vivo con mi novio en un edificio antiguo por el centro, por la época de abril-mayo, se cuela siempre algún vencejo en el patio de luces. Hay 8 pisos y yo vivo en el segundo y oigo el aleteo del animal que intenta subir por el patio tan estrecho, casi una chimenea. La mayoría de las veces termina en mis cuerdas de tender o incluso dentro de mi casa. Una vez incluso encontré dos dentro de la habitación que da al patio. Ya aprendí la primera vez y siguiendo el consejo de un amigo, que comprobara si el animal estaba bien y consciente, que lo mejor era soltarlo lo antes posible. Así lo voy haciendo y es una satisfacción cuando lo ves libre de la trampa y volando. Ayer recogí uno de la calzada... tenía una herida y estaba casi inconsciente. Lo subí a casa y lo metí en una caja de zapatos agujereada para llevárselo a mi amigo entendido y amante de los pájaros, pero lamentablemente se me murió por el camino. Desde ayer estoy triste. Me pregunto si tendría pareja...Como me hubiese gustado poder salvarlo.